El ministerio citó varias violaciones del consumidor, incluidas:
- Cargo por equipaje de mano
- Reservar asientos para menores o pasajeros dependientes
- Altas tarifas para imprimir pases de embarque en el aeropuerto
- Precios oscuros
- No aceptar pagos en efectivo en aeropuertos españoles
Según el ministerio, estas prácticas violan la ley general de España para la protección de los consumidores y los usuarios y se consideran perjudiciales para los derechos del cliente. Las multas reflejan las ganancias de las compañías de estas prácticas, y el ministerio señala que las sanciones por infracciones “muy graves”.
Ryanair, que recibió la multa más grande, ha anunciado su intención de apelar la decisión. El CEO Michael O’Leary calificó las multas como “ilegales y sin fundamento”, acusando al gobierno español de actuar por razones políticas. Argumentó que las políticas de equipaje de Ryanair han sido validadas por los tribunales de español y la UE.
O’Leary afirmó además que las multas contradicen los principios de la política de cielos abiertos de la UE. Esto permite a las aerolíneas establecer sus propios precios y políticas. Hizo hincapié en que estas tarifas adicionales ayudan a reducir los precios generales de las entradas, beneficiando a todos los consumidores.
La Asociación de Aerolíneas de España (ALA) se hizo eco de la postura de Ryanair, calificando la decisión de “tonterías” y una violación de las reglas de libre mercado y de la UE. El grupo advirtió que tales medidas podrían obligar a los pasajeros sin equipaje adicional para pagar los servicios que no requieren.
El ministro de Asuntos del Consumidor, Pablo Bustinduy, ha defendido las multas, destacando que esta es la primera instancia en la que se han aplicado sanciones “muy serias” por violaciones de los derechos del consumidor. El ministerio insiste en que las sanciones apuntan a frenar las prácticas injustas y fomentar la transparencia en los precios de las aerolíneas.
Bustinduy enfatizó que la decisión finaliza la fase administrativa del proceso, dejando a las aerolíneas con la opción de apelar las multas a través del sistema judicial de España en dos meses.
Las multas plantean un desafío significativo para los modelos comerciales de las aerolíneas de bajo costo, que dependen de las tarifas suplementarias por los servicios tradicionalmente incluidos en los precios de los boletos. El fallo podría establecer un precedente para las regulaciones más estrictas sobre las estrategias de precios de las aerolíneas, no solo en España sino potencialmente en toda Europa.