Torrevieja, España — Una treintena de gallinas que vagaban libremente por las calles de Torrevieja han sido encontradas muertas, aparentemente envenenadas, lo que ha motivado una investigación por parte de la policía medioambiental local. El descubrimiento ha generado preocupación de que otros animales, como perros y gatos, también puedan estar en riesgo.
Las autoridades creen que las aves pueden haber ingerido alimentos envenenados que se dejaron deliberadamente en un área, aunque los resultados toxicológicos de los alimentos y los cadáveres aún están pendientes. Las aves muertas han sido trasladadas al refugio de animales municipal para su conservación mientras continúa la investigación.
Concha Sala, concejala de Bienestar Animal, confirmó que la policía medioambiental está siguiendo de cerca la situación. Señaló además que la empresa recientemente contratada para capturar y gestionar la población de aves silvestres de la ciudad pronto comenzará a trabajar tras una reunión con el veterinario municipal.
Torrevieja ha luchado durante mucho tiempo con una creciente población de gallinas y gallos vagabundos que habitan en parques y zonas residenciales, lo que a veces molesta a los residentes. A principios de este año, la ciudad enfrentó retrasos en la contratación de una empresa para gestionar el problema después de que el primer contratista se retirara, alegando costos subestimados. El contrato, valorado en 33.600 euros, se adjudicó finalmente este mes a la empresa Adda Ops por un período de un año.
La iniciativa tiene como objetivo reducir los riesgos para la salud pública, prevenir accidentes de tráfico y abordar las preocupaciones planteadas por las autoridades regionales, que clasificaron a Torrevieja como una “zona de alto riesgo” tras los brotes de gripe aviar en otras partes de España. La ley exige que el contratista capture a las aves de manera humanitaria y las reubique en un santuario de animales en lugar de sacrificarlas.
La población de pollos en Torrevieja se remonta a más de tres décadas, desde la creación del Parque de las Naciones en la década de 1990, donde la ciudad inicialmente liberó patos, gansos y gallinas. Con el tiempo, estas aves se han ido extendiendo por otros espacios verdes urbanos del municipio.