
Un acalorado conflicto político ha estallado en el municipio español de San Fulgencio tras un fallido voto de censura, que enfrentó a PSOE (Partido Socialista Obrero Español) contra el Partido Popular de la localidad (PÁGINAS) alcalde, José María Ballester. Los socialistas acusan a Ballester de “abuso de poder” y “deriva antidemocrática” alegando que está impidiendo activamente el trabajo de supervisión de la oposición.
La confrontación se intensificó apenas tres meses después de que se bloqueara un segundo intento de derrocar al alcalde Ballester mediante una moción de censura. El PSOE denuncia ahora públicamente la decisión del alcalde “tendencia autoritaria” afirmando que está involucrado en un “continuo abuso de poder” eso “debilita la participación democrática” dentro del Ayuntamiento.
Acusaciones de socavar la democracia
El Partido Socialista reivindica un patrón de “acontecimientos muy preocupantes” ha surgido durante el mandato actual. Estos incluyen Negar a los concejales de la oposición el acceso a la información.tomando decisiones cruciales para el municipio sin diálogo, y la “uso partidista” de los recursos públicos.
Según el PSOE, la situación empeoró después de que los dos intentos de censura, en junio y julio, fueran frustrados por el PP. Los socialistas sostienen que la justificación del PP para bloquear las mociones fue “ilegal” y “contrariamente a la voluntad democrática de la mayoría del pleno”.
José Sampereel portavoz socialista, afirmó que el alcalde está “Debilitando la participación democrática en nuestro ayuntamiento” por “impidiendo el normal desarrollo de las sesiones plenarias, ignorando nuestras propuestas y limitando el derecho de información de los vecinos”. Sampere recordó a Ballester que “Gobierna en minoría y ese respeto institucional no es una opción, es una obligación”.
La oposición abandona la tensa sesión plenaria
El último punto crítico se produjo el 16 de octubre, cuando el toda la oposición abandonó colectivamente la sala de plenos en protesta por el alcalde “Maneras mandonas y abuso de poder”.
La huelga fue provocada por un intercambio entre socialistas Francisco Molera y el alcalde Ballester. Después de que Molera cuestionara al alcalde por una supuesta división de facturas, Ballester lo interrumpió e interrumpió repetidamente. Molera respondió abandonando la sesión, seguida rápidamente por el resto de concejales de la oposición. Concejal Ana María Villena También se fue después de que le negaran su solicitud de hablar.
Sampere condenó la atmósfera, diciendo: “Las sesiones plenarias se han convertido en un ambiente asfixiante, donde el mando y el control son la norma”.
Demandas de rectificación y conflicto continuo
El PSOE también ha exigido al alcalde que emita una rectificación pública por declaraciones que consideren “falso y malicioso” sobre una empresa local. Acusan a Ballester de utilizar “miente como herramienta para ocultar su falta de gestión y transparencia”.
Los socialistas están decididos e insisten en que seguirán “supervisar las acciones del gobierno local y defender los derechos de los ciudadanos”, al tiempo que acusa al PP de “Tratando de desviar la atención con acusaciones infundadas”. Sampere concluyó que “San Fulgencio merece un gobierno que escuche, respete y trabaje por el bien común, no que imponga y manipule”.
La lucha política se remonta al fallido intento de moción de censura del verano pasado, cuando el PP cerró la sesión plenaria en un minuto, argumentando que la ley prohíbe más de una moción por legislatura, una interpretación que el PSOE ya ha cuestionado ante los tribunales por presunta mala conducta.