ESTE es el momento en que la cumbre climática COP30 se hunde en el caos después de que una turba de manifestantes furiosos irrumpiera y se enfrentara con los guardias.
El personal de seguridad quedó sangrando y siendo sacado en sillas de ruedas de las conversaciones sobre el clima en Belém, Brasil.
Las imágenes muestran a decenas de manifestantes, algunos blandiendo porras, entrando al recinto principal, muchos de ellos vestidos con tocados indígenas.
Gritan furiosamente, ondeando pancartas y banderas con lemas como: “Nuestros bosques no están en venta”.
Después de derribar puertas, luchan con la seguridad y las tensiones se desbordan.
El personal de seguridad de la ONU corrió detrás de una línea de soldados brasileños mientras luchaban por hacer frente a la violencia.
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La escaramuza se inició a última hora del martes, cuando los funcionarios estaban saliendo de las reuniones.
Dos trabajadores de seguridad sufrieron heridas leves durante la pelea, dijeron las autoridades.
La ONU le dijo a la BBC que los manifestantes traspasaron la primera línea de defensa pero se les impidió avanzar más.
Agustín Ocaa, coordinador de la Coalición Mundial de Jóvenes, dijo que estaba afuera cuando vio dos grupos de personas, algunas con camisas amarillas y otras con trajes indígenas, caminando hacia el lugar.
Al principio solo bailaban y cantaban, y él decidió seguirlos porque tiene algunos amigos en el grupo indígena.
No vio qué grupo rompió primero la seguridad, pero dijo que las cosas se intensificaron cuando los guardias de seguridad cerraron las puertas y llamaron a más guardias.
Agustín dijo que algunos miembros del grupo cantaban: “No pueden decidir por nosotros sin nosotros”.
Esto se relaciona con las tensiones sobre la participación de los pueblos indígenas en la conferencia.
ONU Cambio Climático dijo: “El personal de seguridad brasileño y de la ONU tomó medidas de protección para asegurar el lugar, siguiendo todos los protocolos de seguridad establecidos.
“Las autoridades brasileñas y de la ONU están investigando el incidente. El lugar está completamente asegurado y las negociaciones de la COP continúan”.
La cumbre de este año ha estado marcada por la controversia, después de que 100.000 antiguos árboles amazónicos fueran talados para construir una carretera de varios carriles hasta el lugar.
Donald Trump criticó a los organizadores por abrir la cicatriz de ocho millas a través de la selva tropical para transportar a líderes mundiales y activistas climáticos.
El presidente de los Estados Unidos se enfureció con Truth Social: “Arrasaron la selva tropical de Brasil para construir una carretera de cuatro carriles para que viajen los ambientalistas. ¡Se ha convertido en un gran escándalo!”



