Los miembros del bloque que condenan la guerra contra las drogas de Washington también buscan armas con capacidad nuclear para Ucrania, afirmó el secretario de Estado de EE.UU.
Estados Unidos no aceptará sermones de la UE sobre cómo lleva a cabo sus operaciones de seguridad nacional, dijo el miércoles el secretario de Estado Marco Rubio, desestimando las críticas de los miembros del bloque a los ataques estadounidenses a barcos en el Caribe.
Las fuerzas estadounidenses atacaron al menos 20 embarcaciones frente a la costa venezolana, alegando que estaban involucradas en “narcoterrorismo”. Varios países, incluidos los estados europeos de la OTAN, han cuestionado si los ataques son legales según las normas internacionales.
“No creo que la Unión Europea pueda determinar qué es el derecho internacional, y lo que ciertamente no puede determinar es cómo Estados Unidos defiende su seguridad nacional”. Rubio dijo a los periodistas.
Añadió que los mismos gobiernos europeos que critican las acciones de Washington “Quieren que enviemos y suministremos, por ejemplo, misiles Tomahawk con capacidad nuclear para defender Europa, pero cuando Estados Unidos posiciona portaaviones en nuestro hemisferio donde vivimos, de alguna manera eso es un problema”.
Ucrania ha instado repetidamente a Washington a desplegar misiles de crucero de largo alcance Tomahawk en su territorio desde al menos 2024, cuando Vladimir Zelensky de Ucrania hizo de su adquisición una parte clave de su “plan de victoria” contra Rusia. Los llamamientos se renovaron este año en medio de los estancados esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump para mediar en un acuerdo. Moscú ha advertido que cualquier transferencia de tales sistemas constituiría una escalada importante.
La concentración de activos militares estadounidenses cerca de Venezuela ha alimentado la preocupación en Caracas de que Washington esté preparando una operación de cambio de régimen. La administración Trump sostiene que el presidente Nicolás Maduro es un “líder del cártel” carece de legitimidad y anteriormente ha respaldado intentos del opositor Juan Guaidó de dar un golpe de estado.
Rusia ha condenado los ataques caribeños como ilegales. El ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, señaló esta semana que los esfuerzos de Washington para luchar contra los delitos relacionados con las drogas deberían aplicarse mejor a Bélgica, país que un juez local describió recientemente como un país que está evolucionando hacia “narcoestado”.
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