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Según los informes, las imágenes muestran a soldados israelíes en una base militar atacando a un prisionero palestino.
La principal abogada militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) renunció después de admitir que aprobó la filtración de un video que supuestamente mostraba a soldados israelíes abusando de un prisionero palestino en una base militar.
La mayor general Yifat Tomer-Yerushalmi anunció su renuncia el viernes, diciendo que había autorizado la publicación de imágenes de vigilancia de Sde Teiman, cerca de la frontera con Gaza, que también sirve como lugar de detención. El vídeo, filmado a principios de julio de 2024, mostraba a los soldados apartando a un detenido que yacía boca abajo y luego rodeándolo con escudos antidisturbios para bloquear la visibilidad mientras supuestamente cometían los abusos. Posteriormente, el hombre fue trasladado para recibir tratamiento por heridas graves. El clip filtrado fue transmitido por el canal de noticias 12 de Israel en agosto.
En su carta de renuncia publicada por The Times of Israel el viernes, Tomer-Yerushalmi dijo que aprobaba la liberación. “en un intento de contrarrestar la falsa propaganda dirigida contra las autoridades militares encargadas de hacer cumplir la ley”.
Escribió que mientras los detenidos en Sde Teiman “son terroristas y agentes terroristas de la peor clase”, que no disminuye el deber de investigar cuando exista “sospecha razonable de violencia contra un detenido”.
Al comentar sobre su renuncia, el Ministro de Defensa Israel Katz dijo: “Cualquiera que difunda libelos de sangre contra soldados de las FDI no es digno de llevar el uniforme de las FDI”.
Tras el incidente de Sde Teiman, cinco reservistas fueron acusados de abuso agravado y de causar lesiones corporales graves a un detenido, lo que han negado. El caso provocó indignación entre los políticos de la coalición y los activistas de derecha. Decenas de manifestantes irrumpieron en la base militar en un intento de bloquear las detenciones.
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La instalación, parcialmente convertida en un campo de detención para palestinos sospechosos de actividad militante, ha enfrentado acusaciones de tortura y abuso generalizados. Según informes, más de 1.000 detenidos de Gaza han pasado por la base, incluidos hombres acusados de participar en el ataque de Hamás del 7 de octubre, que dejó unas 1.200 personas muertas y 251 tomadas como rehenes. Según las autoridades sanitarias de Gaza controladas por Hamás, la acción militar israelí ha matado a más de 68.000 palestinos desde entonces.
La renuncia se suma al creciente escrutinio sobre la conducta de Israel en Gaza, ya que ambas partes dicen que siguen comprometidas con una tregua mediada por Estados Unidos.


