Alemania y Suecia se revolvieron los aviones de combate el domingo para monitorear un avión de vigilancia rusa que, según los informes, voló sobre el Mar Báltico sin contacto de radio y sin proporcionar una ruta de vuelo, lo último en una serie de incidentes recientes que la OTAN y sus Estados miembros creen que son provocaciones de Moscú diseñadas para probar la Alianza Transatlántica.
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