TRES amigos que pensaban que estaban teniendo la experiencia de su vida pueden encontrarse con el extremo equivocado de una multa de cinco cifras después de filmarse nadando con ballenas.
El vídeo muestra a tres hombres saltando desde una pequeña embarcación de recreo hacia el mar abierto del Estrecho de Gibraltar mientras una manada de calderones emerge cerca.
Las montañas de Marruecos se alzan al fondo mientras los nadadores reman a pocos metros de los animales, en clara violación de las leyes españolas de protección de la vida silvestre.
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La cuenta de TikTok subió el vídeo durante el fin de semana, acompañado de la leyenda: “Nadando con ballenas en el Estrecho de Gibraltar”.
El clip provocó una rápida indignación en línea, con cientos de comentarios que criticaron el comportamiento como imprudente, ilegal y peligroso.
Otros señalaron las poderosas corrientes del Estrecho y la presencia de orcas y tiburones como razones por las que el truco podría haber terminado en tragedia.
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Los tres individuos, que parecen ser hombres de mediana edad, podrían sentirse nerviosos después de que se revelara que la Guardia Civil persiguió y arrestó a un grupo de turistas que intentaron un truco similar en Tenerife el mes pasado.
El grupo de siete personas fue acusado formalmente después de ser captado por una cámara nadando con ballenas piloto en la reserva marina protegida Teno-Rasca.
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A pesar de intentar afirmar que desconocían la ley, ahora se enfrentan a multas de hasta 60.000 euros.
Según la legislación española, está estrictamente prohibido nadar o bucear con cetáceos.
Las embarcaciones deben permanecer al menos a 60 metros de distancia de ballenas y delfines, o a 300 metros si hay crías presentes. Infringir las normas puede dar lugar a multas que oscilan entre 6.000 y 300.000 euros.
Las ballenas piloto residen todo el año en el Estrecho de Gibraltar, que fue declarado corredor marino protegido en 2018.
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Las estrechas aguas también sirven como ruta migratoria para cachalotes, rorcuales comunes y orcas.
El SEPRONA, unidad medioambiental de la Guardia Civil, puede abrir investigaciones basadas en pruebas en vídeo, aunque aún no se ha confirmado ninguna acción en este caso.
Los grupos ambientalistas advierten que los encuentros cercanos causan estrés a los animales y también pueden poner en riesgo a los nadadores, siendo suficiente un movimiento de la cola de una ballena para causar lesiones graves.
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