El 9 de julio, Unidos Por la Costa, dirigido por el presidente Tomás Moreno, se reunió con el alcalde de Orihuela, Pepe Vegara, y el concejal de contratación y seguridad pública Mónica Pastor para expresar una profunda preocupación por el empeoramiento de los servicios públicos en Orihuela Costa. La reunión, que duró más de tres horas, se centró en lo que los residentes describen como una “crisis de negligencia”, particularmente urgente durante los ocupados meses de verano.
Moreno presentó una lista detallada de quejas: basura desbordante, contenedores rotos, calles sucias, interrupciones prolongadas, palmeras sin premios, zonas verdes abandonadas, carreteras bislantes y playas descuidadas. “Estamos a mediados del verano, y los servicios esenciales todavía están fallando”, advirtió.
El alcalde Vegara reconoció las preocupaciones y, como lo ha hecho en ocasiones anteriores, una vez más aseguró a los residentes que las soluciones a largo plazo están en progreso, aunque Moreno enfatizó que las mejoras visibles son necesarias con urgencia para mantener la confianza pública.
La discusión también abordó varios proyectos estancados o pendientes. Estos incluyen demoras en el acceso peatonal sobre el puente AP7 y el cierre continuo del Promenade de Bellavista I, ahora esperando un fallo judicial después de la negativa de la semana pasada por parte de los residentes a aceptar el pago de compensación otorgado por el jurado provincial de Alicante.
El alcalde reveló planes de firmar un contrato en Roma este agosto para cinco nuevos camiones de recolección de residuos exclusivamente para la costa. El mantenimiento de la palmera está en curso, con las palmeras de fecha para ser podadas en octubre, y se programan dos proyectos de resurgimiento de carreteras para el verano, con € 200,000 destinados a un mantenimiento más amplio. Sin embargo, gran parte de los 13 millones de euros asignados para mejoras costeras en el presupuesto de 2024 permanecen intactos debido a retrasos de adquisiciones, particularmente aquellos que involucran licitaciones en toda la UE.
La Asociación de Residentes también pidió una distribución más justa de fondos culturales, solicitando una mayor participación costera en eventos públicos como Navidad y Halloween. El grupo abogó por la descentralización administrativa para administrar mejor los servicios locales desde el Ayuntamiento de Playa Flamenca.
Otros puntos planteados incluyeron reparaciones de juegos más rápidas, mantenimiento mejorado de espacios verdes y la reapertura tardía de los bares de playa debido a los problemas finales de papeleo.
A pesar de algunos anuncios positivos, Unidos por la Costa enfatizó que los residentes siguen siendo frustrados por la falta de progreso tangible. Moreno agradeció a los funcionarios por su transparencia, pero reafirmó el compromiso de la comunidad de impulsar mejoras inmediatas y duraderas.
Celebrando dos años en el cargo
Sorprendentemente, solo dos días después de que la delegación de Unidos por la Costa planteó serias preocupaciones sobre la negligencia continua de Orihuela Costa, el alcalde Pepe Vegara dio una entrevista brillante a Información en el que elogió el progreso que su administración ha hecho, especialmente en temas costeros.


El alcalde describió la situación que su gobierno heredó como uno de “abandono”, particularmente en la zona costera, y afirmó que su equipo había respondido “rápidamente y decisivamente” para corregirlo. Sin embargo, gran parte del éxito que destacó en la entrevista se centró en la ciudad de Orihuela en lugar de la costa.
Señaló la renovación casi completa del Palacio de Rubalcava, restauraciones patrimoniales como la Caja de Ahorros de Monserrate y múltiples proyectos de mejora planeados en el Centro Histórico, así como a la nueva ciudad deportiva.
Sin embargo, al dirigirse específicamente a Orihuela Costa, Vegara repitió puntos de conversación familiares: que su administración no encontró contratos de barra de playa, ningún plan de mantenimiento de carreteras y mala gestión de residuos.
Presentó el relanzamiento de concesiones de barra de playa, la transferencia de mantenimiento del área verde a la firma municipal Ildo, y la asignación de mantenimiento de la carretera a la SGM de la empresa pública, como signos de progreso significativo.
Sin embargo, no reconoció los retrasos en la creación de los acuerdos de ILDO y SGM, la construcción de la pasarela sobre el AP-7 que ahora ha sido sobresaliente durante 13 años, o que uno de los “lotes” de la barra de playa permanece sin resolver, las omisiones que sugieren que la realidad en el terreno está menos completa de lo que el alcalde implica.
A pesar del alcance limitado de los logros concretos en el área costera, Vegara enmarcó estos desarrollos como el comienzo de un compromiso institucional desde hace mucho tiempo con Orihuela Costa. También enfatizó que el progreso se está haciendo “sin postura política”, citando su coalición con Vox como responsable y efectivo. Según él, no se trata de quién firma los decretos, sino de entregar resultados.
Aún así, para muchos residentes, el optimismo del alcalde suena hueco. La realidad cotidiana en Orihuela Costa, marcada por la prestación de servicios esporádicos, licitaciones retrasadas y inversión desigual, en contraste con la narrativa pulida presentada en su reflexión a mitad de período. Mientras el alcalde insiste en que la costa ahora está recibiendo la “dignidad” que merece, los lugareños todavía están esperando para ver que la dignidad se refleja en mejoras visibles y duraderas.