Una mujer de 56 años que fue a la estación de policía nacional de Elche para renovar su documentación personal fue arrestada inesperadamente después de que los oficiales descubrieron que era objeto de una orden de arresto europea (EAW) emitida por las autoridades portuguesas.
El arresto ocurrió después de que el personal involucrado en el procesamiento de su renovación notó posibles irregularidades y marcó el caso a la Brigada de la Policía Judicial. Una verificación de las bases de datos internacionales confirmó que la mujer había sido buscada en Portugal desde 2015, lo que llevó a los oficiales a detenerla en el acto.
Según la Policía Nacional, la mujer está acusada de forjar 122 documentos oficiales, incluidas tarjetas de identidad, permisos de residencia y certificados médicos. También enfrenta cargos de pertenencia a una organización criminal involucrada en fraude de documentos a gran escala.
Siete años y medio tras las rejas
Los cargos provienen de una larga investigación que comenzó en 2006. Las autoridades portuguesas descubrieron una operación fraudulenta que convirtió ilegalmente las licencias de conducir extranjeras en las portuguesas sin seguir procedimientos legales. Los investigadores alegan que la mujer desempeñó un papel central en la falsificación de estos documentos, junto con otros permisos.
Permisos de residencia fraudulenta y documentos médicos
Las autoridades también creen que estaba involucrada en esquemas para asegurar permisos de residencia ilegal en Portugal para las personas que viven allí sin estatus legal. La operación incluyó forjar visas, extensiones de estadía y certificados médicos para conductores, a menudo basados en declaraciones falsas y documentos prefabricados. Estas actividades supuestamente se llevaron a cabo con la ayuda de otros, formando lo que los tribunales portugueses han descrito como una asociación ilícita.
Extradición en marcha
Después de su arresto, la mujer fue llevada ante el Tribunal Nacional de Investigación Central de España, que ahora supervisará su extradición a Portugal. Si se extradita, enfrenta una sentencia de prisión de siete años y medio por su papel en la falsificación de documentos y la Asociación Criminal.