
Orihuela, España – 8 de septiembre de 2025
Lo que estaba destinado a ser un día de orgullo para la policía local de Orihuela se convirtió en una exhibición pública de tensiones a fuego lento entre el Ayuntamiento y uno de sus oficiales más altos.
El comisionado de policía José María Pomares, que está a días de una jubilación forzada, se negó a asistir a la ceremonia en la que estaba programado para recibir un diploma que marca su servicio. Su ausencia, deliberada, no accidental, envió un mensaje más fuerte que cualquier discurso.
El boicot limitó meses de acritud entre Pomares y el gobierno de coalición del conservador Partido Popular (PP) y Vox de extrema derecha, que controla el consejo de Orihuela. En el corazón de la disputa está la decisión de la ciudad de imponer una jubilación obligatoria a los 65 años, acortando el plan del Comisionado de servir hasta 2027. Pomares ha luchado con apelaciones e incluso ha acusado al alcalde Pepe Vegara y al concejal de seguridad Mónica pastor de Harastment en el lugar de trabajo.
Además de la fricción, el Ayuntamiento abrió un caso disciplinario en su contra por un “delito grave” solo días antes de aprobar sus honores de jubilación, una contradicción sorprendente, ya que tales elogios suelen estar reservados para oficiales con registros impecables y carreras excepcionales.
Una carrera que terminó en conflicto
Pomares ha pasado más de cuatro décadas en la fuerza policial de Orihuela, aumentando a través de las filas para convertirse en comisionado. Su carrera, una vez elogiada por el profesionalismo, se volvió cada vez más turbulenta en los últimos años cuando chocó con los líderes políticos sobre el estilo de gestión, el uso de la autoridad y su propio futuro en la fuerza.
Los partidarios lo describen como un oficial de voluntad fuerte que defendió la autonomía de la policía de la interferencia política. Los críticos, incluidos los miembros del consejo actual, pintan una imagen diferente: una figura combativa acusada de sobrepasar su papel, intimidar a los subordinados y ejercer su posición más como poder personal que el servicio público.
Estas narraciones competidoras llegaron a un punto crítico cuando la ciudad negó su solicitud de posponer la jubilación hasta 2027. Para el gobierno, la decisión fue una cuestión de regulación y disciplina. Para Pomares, era una afrenta personal y una maniobra política para dejarlo a un lado.


La ceremonia que saltó
Dentro de la Lonja, cuando se levantó la bandera de Orihuela y se reunieron los dignatarios, el asiento vacío de Pomares hablaba volúmenes. El alcalde Vegara, flanqueado por el pastor, utilizó la ocasión para establecer lo que consideraba los verdaderos valores de la policía: “Honestidad, integridad, disciplina y, sobre todo, ejemplaridad”. Sus palabras, aunque dirigidas a la fuerza en su conjunto, llevaban el peso de una reprimenda implícita.
“Cuando un miembro abusa de su autoridad, todo está dañado”, declaró Vegara. “El uniforme no es para interés propio o intimidación. Debe representar el servicio, no el poder”.
El discurso del alcalde, enmarcado como una llamada moral, también fue un recordatorio puntual de las acusaciones que han nublado los últimos meses de Pomares en el cargo.
Una fuerza en transición
El sustituto del comisionado, el jefe interino Rubén Selma, dio un tono marcadamente diferente. Emocional y conciliatorio, Selma enfatizó la unidad: “No estoy aquí para ordenar, estoy aquí para servir”, dijo a los colegas, comprometiéndose a trabajar junto a los oficiales en lugar de por encima de ellos.
Sus comentarios insinuaron la necesidad de girar una página después de un período de conflictos internos. Si bien reconoció a su predecesor “con humildad y respeto”, el enfoque de Selma estaba firmemente en la fuerza colectiva y la estabilidad institucional.
El pastor del concejal de seguridad describió el día como una “celebración de comunión”, reconociendo a los oficiales veteranos y honrando su servicio silencioso, a menudo invisible a la comunidad. Sin embargo, la tensión en la sala, entre la retórica oficial y la evidente ausencia de su honore más alto, fue difícil de ignorar.
Un símbolo de una grieta más grande
La negativa de Pomares a pararse junto a sus colegas es más que un acto personal de desafío. Expone una lucha más profunda entre la autoridad política y el liderazgo policial, entre la disciplina institucional y el orgullo personal.
Para el gobierno de Orihuela, el evento se organizó como una reafirmación de valores y lealtad. Para Pomares, mantenerse alejado era una forma de subrayar su creencia de que esos mismos valores habían sido girados contra él.
Al final, la ceremonia honró a muchos, pero la declaración más poderosa provino del hombre que no estaba allí.
Distinciones y reconocimientos
Cruz al Mérito Policial en Protección Ciudadana Con Distintivo Blanco
-José Luis Pérez Manjón, Cabo Primero de la Guardia Civil del Destacamento de Tráfico.
-Oliverio riquelme Moreno, Oficial de la Policía Local de Orihuela.
-Serafín Martín Vicente, Inspector Jefe de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional de Orihuela.
Cruz al Mérito Profesional Con Distintivo Verde (35 Años de Servicio)
-Cristian Serrano Martínez.
-José Ramón Serrano Álvarez.
Cruz al Mérito Profesional Con Distintivo Rojo (30 Años de Servicio)
-Manuel Gomis Gil.
Cruz al Mérito Profesional Con Distintivo Azul (25 Años de Servicio)
-Raúl Córdoba Sanz, Oficial.
-Engnacia Camacho Páez, Oficial.
-Crinardo Manuel Cánvas Torres, Oficial.
-Jesús Manuel García Cabrera, Agente.
-Francisco Vivancos Álvarez, Agente.
-José Antonio Hernández Ferrández, Agente.
-Regino Pérez Vera, Agente.
-José Insa García, Agente.
-Gustavo Huertas Ros, Agente.
-Jesús Carmelo Bernabeu Baza, Agente.
-Ólgel García Santa, Agente.
Diploma de Jubilacia
-Francisco González Motilla.
-Francisco Joaquín Alix Moreno.
-José María Pomares Vergel.
-Leopoldo arce ibáñez.
-José Ángel Torregrosa Pardo.
-Luis Escorza López.
Felicitaciones – Oficiales:
-Francisco José Cánvas Calatayud.
-Isidro ríos Giménez.
-Antonio lucerón díez.
Agentes:
-Vicente Ballester García.
-Raúl Perea Mora.
-Jersán Alarcón Box.
-Raúl Baza Campello.
-Pascual Martínez Huertas.
-Francisco Manuel García Campos.
-Francisco Vivancos Álvarez.
-Servando José Méndez Carrillo.
-Darío Fernández Costa.
-Jorge Rocamora Esquiva.
-Víctor Manuel Navarrete Chorro.
-Francisco Sanmartín Hernández.
-Ramiro Vilella Fuentes.
-Joquín Fenoll Portugués.
-Francisco José Soler Pérez.
-Marien Pomares Esteban.
-Amael Romero Muñoz.
-Lucrecia sánchez cutillas.
-José Ballester Martínez.
-Juan Alberto Riera Ros.
-Cristina Javaloyes Sánchez.
-Manuel Javier Sánchez Izquierdo.
Vinculado civil personal a la Policía Local:
-Pilar Ortiz Saura, Funcionaria en dependencias de Policía Local.
-José Antonio García García, Conserje de la Policía Local.
-María Luisa Ballester Serna, directora Pedagógica del Colegio Diocesano San José Obrero.