El director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, ha experimentado un enorme cambio de actitud con respecto a su regreso a la luna. Publicaciones recientes en X sugieren que, después de todo, el empresario multimillonario espacial ha comenzado a ver el valor de acceder al vecino más cercano de la Tierra.
En enero pasado, MuskMusk publicó,“No, vamos directamente a Marte. La Luna es una distracción”. Para Musk, todo se trataba de ir a Marte para fundar un asentamiento.
Mucho más recientemente, él al corriente“Starship construirá Moonbase Alpha”, en referencia a una base lunar que aparece en la serie de televisión de ciencia ficción de finales de la década de 1970. “Espacio: 1999”.
Musk parece haber cambiado su posición cuando el administrador interino de la NASA, Sean Duffy, amenazado con reabrir el contrato del Human Landing System: la idea era que la versión SpaceX Starship estaba tardando demasiado y se necesitaban nuevos postores.
En respuesta, Musk lanzó una serie de insultos al estilo de la escuela secundaria atacando la inteligencia de Duffy. Pero también liberó una gran cantidad de información sobre el Starship Human Landing System, y agregó que SpaceX ha presentado una versión simplificada que podría entrar en funcionamiento antes.
Actualmente la NASA está estudiando esa propuesta, entre otras, incluida una de la Luna Azul de Jeff Bezos.
Musk también se jactó de que, si fuera necesario, SpaceX podría construir Moonbase Alpha por su cuenta. Pero eso significa que tiene que encontrar una manera de hacerlo rentable, más allá de la ciencia, la extracción de recursos y el poder político blando hasta ahora mencionados.
Musk ha descubierto cómo rentabilizar una base lunar. Se trata de combinar la próxima revolución de la inteligencia artificial con la tecnología espacial.
Musk está reflexionando sobreutilizando la tecnología Starlink para crear centros de datos de IA en el espacio. La IA es el próximo gran avance que promete revolucionar la tecnología y la economía. Un inconveniente es que los centros de datos de IA requieren una gran cantidad de energía, lo que es una de las razones por las que la industria está reconsiderando la energía nuclear.
Los centros de datos de IA en órbita, conectados entre sí mediante comunicaciones láser, resuelven ese problema al acceder a la energía solar las 24 horas del día, los 7 días de la semana. No dependerían de la costosa energía nuclear.
Almizclefue un paso más allá,utilizando una vieja idea que alguna vez propuso el visionario espacial Gerard K. O’Neill, autor de “La Alta Frontera.” Sus centros de datos de IA basados en el espacio se construirían inicialmente en la Tierra y se lanzarían al espacio.
“Starship podría entregar 100 GW/año a la órbita terrestre alta en un plazo de 4 a 5 años si podemos resolver las otras partes de la ecuación”, escribió.
Sin embargo, con respecto a la luna, Musk publicó: “Es posible obtener 100 TW/año desde una base lunar que produzca localmente satélites de IA con energía solar y los acelere para escapar de la velocidad con un controlador de masa”.
Un conductor de masasUtilizaría electroimanes para acelerar cargas útiles, como satélites de IA, desde la superficie lunar. Algunos han sugerido utilizar la tecnología para lanzar materiales lunares extraídos a instalaciones de fabricación en el espacio.
Aparte, Musk sugirió que su constelación de satélites de IA podría abordar el cambio climático. “Una gran constelación de satélites de inteligencia artificial con energía solar podría prevenir el calentamiento global haciendo pequeños ajustes en la cantidad de energía solar que llega a la Tierra”. La idea del control climático desde el espacio es seductora, pero debe abordarse con cuidado.
Almizcle también sugiere Otra forma de avanzar en la tecnología informática con una base lunar: “La computación cuántica se realiza mejor en los cráteres de la Luna que están permanentemente en sombra”.
Computación cuántica es una nueva tecnología que puede resolver problemas más complejos mucho más rápido que las computadoras convencionales que utilizan la física cuántica. Funcionan mejor en condiciones súper frías, como las que existen en los cráteres permanentemente sombreados de los polos lunares.
La visión de Musk de los centros de datos de inteligencia artificial y las computadoras cuánticas basados en el espacio es ciertamente convincente. ¿Tendrá sentido económico construir tales instalaciones en el espacio en comparación con construirlas en la Tierra? Quizás así sea, considerando la caída de los costos de lanzamiento y el acceso a los recursos lunares.
Las implicaciones políticas también son fascinantes. El senador socialista demócrata Bernie Sanders (I-Vt.) ya estádando la alarmaafirmando que la IA y la robótica acabarán con 100 millones de puestos de trabajo. Naturalmente, Sanders quiere contrarrestar la amenaza que percibe con un “impuesto a los robots”.
Contadores de Goldman-Sachs que si bien la revolución de la IA, ya sea espacial o terrestre, provocará un desplazamiento temporal de empleos, en última instancia creará muchos más empleos de los que destruirá.
Sanders se equivoca acerca de los posibles efectos económicos nocivos de la IA. Se suponía que la revolución informática de los años 1980 y el auge de Internet en los años 1990 devastarían puestos de trabajo, pero en última instancia tuvieron el efecto contrario.
Los aumentos de la productividad beneficiarán a todos. La idea de Musk de crear IA en el espacio hace que la perspectiva sea aún más emocionante.
Mark R. Whittington, que escribe frecuentemente sobre política espacial, ha publicado un estudio político sobre la exploración espacial titulado “¿Por qué es tan difícil volver a la Luna?” así como “La Luna, Marte y más allá” y, más recientemente, “¿Por qué Estados Unidos regresa a la Luna?” Él bloguea enRincón de los cascarrabias.



