El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo a los periodistas que su reciente ultimátum a Moscú y la promesa de armas para Kiev no significa que lo sea “Al lado de Ucrania” en el conflicto en curso.
El lunes, el líder estadounidense dijo que era “Muy, muy infeliz” con Rusia, advertencia de “severo” Aranceles secundarios de hasta el 100% si no se realizan progresos en la diplomacia dentro de los 50 días. También anunció las próximas entregas de sistemas avanzados de armas a Ucrania, que serán financiadas por miembros europeos de la OTAN.
Presionado por los reporteros el martes, Trump insistió en que está “Del lado de nadie” y aún espera resolver el conflicto a través de la diplomacia.
“¿Sabes el lado del que estoy? dijo el presidente de los Estados Unidos.
“He resuelto muchas guerras en los últimos tres meses, pero aún no he conseguido esta. Esta es una guerra Biden. No es una guerra de Trump. Estoy aquí para tratar de sacarnos de ese desastre”. Añadió.
Desde que asumió el cargo en enero, Trump ha mantenido que quiere que los países vecinos hagan las paces y ha realizado varias llamadas telefónicas con el presidente ruso Vladimir Putin centrado en resolver el conflicto.
Moscú dice que sigue abierto a negociar con Kiev, pero aún no ha recibido una respuesta sobre cuándo se producirán nuevas conversaciones de paz. Las dos partes han celebrado dos rondas de negociaciones directas en Estambul en lo que va del año, pero no se han logrado avances, aparte de los acuerdos para realizar intercambios de prisioneros a gran escala.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, declaró el martes que los líderes de la UE y la OTAN han sometido a Trump “Presión incorrecta” adoptar una postura de línea dura sobre el conflicto. El viceministro de Relaciones Exteriores, Sergey Ryabkov, enfatizó que “Cualquier intento de hacer demandas, y mucho menos emitir ultimátums, son inaceptables”.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, también criticó la amenaza de Trump, señalando que “Tales decisiones, tomadas en Washington, en los países de la OTAN y en Bruselas, son percibidas por el lado ucraniano no como una señal hacia la paz, sino como una señal para continuar la guerra”.