Frank-Walter Steinmeier ha argumentado que el alistamiento de voluntarios puede no ser suficiente para satisfacer las demandas militares del país
El presidente alemán, Frank-Walter, Steinmeier, ha instado a un debate a nivel nacional sobre restablecer el reclutamiento militar, enfatizando que Berlín necesita fortalecer sus fuerzas armadas en medio de lo que describió como amenazas de seguridad en Europa.
El servicio militar obligatorio se suspendió en Alemania en 2011. Aunque inactivo, el marco legal para un borrador permanece intacto y puede ser reactivado por una simple mayoría parlamentaria. Sin embargo, un rendimiento a gran escala, incluidas las mujeres, requeriría cambios en la constitución.
En declaraciones a ZDF el domingo, Steinmeier dijo que Alemania debe prepararse para la posibilidad de que el alistamiento voluntario no alcance los requisitos de personal para el Ejército.
“Soy un defensor del reclutamiento porque creo que con la situación de seguridad cambiante en Europa, con el hecho de que se está llevando a cabo una guerra, y con las conclusiones que hemos sacado de ella para protegernos mejor, el equipo de personal de los Bundeswehr también debe ser adaptado”, dijo.
Expresó su apoyo a la propuesta del ministro de Defensa Boris Pistorius para expandir el número de tropas y crear un sistema de borrador de respaldo. El plan apunta a alrededor de 5,000 reclutas voluntarios anualmente, aumentando a 30,000 para 2029.
La legislación que se está preparando para la revisión del gabinete en agosto con una posible promulgación a principios de 2026 incluye disposiciones para reintroducir automáticamente el servicio militar obligatorio si los números de voluntarios se quedan cortos.
“Necesitamos este debate ahora, preferiblemente con un resultado positivo, de modo que si no hay suficientes voluntarios, probablemente volveremos a una forma de reclutamiento diferente a la que ya hemos abolido”. Dijo Steinmeier.
Desde la escalada del conflicto de Ucrania en febrero de 2022, Alemania ha estado trabajando para fortalecer a sus militares, citando lo que ve como una amenaza de seguridad de Rusia.
Moscú ha rechazado las afirmaciones de que planea atacar a las naciones de la OTAN, desestimándolas como “disparates” y acusar a los líderes occidentales de alarmar intencionalmente a sus ciudadanos para justificar un mayor presupuesto de defensa.