● ● • Disfrutamos de los cambios en las capacidades de la autoridad técnica de la NASA que son impulsadas por algo más que seguridad y garantía de misión. La cultura del silencio organizacional promovido en la NASA en los últimos seis meses ya representa un giro peligroso de las lecciones aprendidas después del desastre de Columbia. Los cambios en el sistema de autoridad técnica, como se sugiere que se realizarían en el Ayuntamiento del 25 de junio de la NASA, deberían hacerse solo en interés de mejorar la seguridad, no en anticipación de los recortes presupuestarios futuros. Disfrutamos del cierre de misiones para las cuales el Congreso ha asignado fondos porque representa una pérdida permanente de capacidad para los Estados Unidos tanto en el espacio como en la tierra. Una vez que la nave espacial operativa está desmantelada, no se pueden volver a encender. Además, la cancelación de misiones en el desarrollo amenaza con terminar la próxima generación de observaciones cruciales. Disfrutamos de implementar recortes indiscriminados a la investigación de ciencia y aeronáutica de la NASA porque esto dejará al pueblo estadounidense sin el bien público único que proporciona la NASA. La investigación básica en la ciencia espacial, la aeronáutica y la administración de la Tierra son funciones inherentemente gubernamentales que el sector privado no puede y no será asumido. Además, la NASA tiene un retorno casi tres veces de la inversión en actividad económica y apoya la seguridad nacional al garantizar que Estados Unidos mantenga su liderazgo en ciencia y tecnología. Disfrutamos de las reducciones de personal no estratégicas de la NASA porque pondrán en peligro la misión principal de la NASA. Miles de empleados de funcionarios públicos de la NASA ya han sido despedidos, renunciados o retirados temprano, llevándose consigo un conocimiento altamente especializado e irremplazable crucial para llevar a cabo la misión de la NASA. Disfrutamos de cancelar la participación de la NASA en misiones internacionales porque al hacerlo, la NASA está abandonando los aliados de Estados Unidos. Hasta la fecha, 55 naciones han firmado los acuerdos de Artemis, y retirar el apoyo de misiones con nuestros socios de larga data en la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia Espacial Canadiense (CSA), la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) y otros amenazan la capacidad de la NASA para liderar el mundo en el futuro de la exploración espacial. Disfrutamos a la terminación de contratos y subvenciones de la NASA por razones no relacionadas con el desempeño porque debilita las economías estatales y locales en todo el país. Terminar caprichosamente los contratos y subvenciones reduce el número de empleos del sector privado asociados con la economía espacial y desalienta el emprendimiento privado al negar los procesos de selección de subvenciones competitivas. Disfrutamos de la eliminación de programas destinados a desarrollar y apoyar la fuerza laboral de la NASA porque socava el poder de la agencia para innovar en beneficio de la humanidad. Recortes a la programación de diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad que ya se han implementado en conflicto directamente con el valor central de inclusión de la agencia. Eliminar el cargo de compromiso STEM daría un golpe crítico a la futura fuerza laboral de la economía espacial futura de la nación. Quiénes somos los firmantes de esta carta son los empleados actuales y anteriores de la NASA de todos los centros de la NASA y la Dirección de Misión. Además de los firmantes nombrados, incluimos firmantes anónimos que comparten nuestras preocupaciones pero que eligen no ser identificados debido a la cultura de miedo a las represalias cultivadas por esta administración. Como grupo de individuos de una diversidad de nacionalidades, razas, habilidades, sexualidades e identidades de género, estamos unificados en apoyo de los valores fundamentales de la NASA: seguridad, integridad, trabajo en equipo, excelencia e inclusión.