Una operación transfronteriza internacional dirigida por la Policía Nacional Española (Policía Nacional), coordinada con Europol y el Servicio Secreto de los Estados Unidos ha resultado en el desmantelamiento de un grupo de crímenes organizado sofisticado involucrado en fraude con tarjetas de crédito y lavado de dinero.
La operación masiva también involucró también servicios policiales de Austria, Dinamarca y Grecia, así como del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y la Red de Control de Delitos Financieros de los Estados Unidos (FINCEN).
Según el comunicado de prensa publicado hoy, la operación produjo 105 arrestos en 88 redadas en Europa, incluidos 23 sospechosos arrestados en España.
El recorrido de la policía también incluyó a 105 sospechosos arrestados en 88 redadas, más de € 12 millones recuperados, 87 cuentas con más de € 1.3 millones congelados, € 406 000 euros incautados en efectivo, 14 vehículos de alta gama incautados y 19 garantías de arrestos europeos ejecutados.
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Más de € 12 millones lavados a través de pagos
La organización criminal estableció compañías shell en los Estados Unidos y abrió cuentas bancarias para estas empresas. Para ganar la confianza de las instituciones financieras, los miembros de la red penal hicieron transferencias a las cuentas con sede en los Estados Unidos desde diferentes ubicaciones de la UE.
Según este fideicomiso, los bancos con sede en Estados Unidos emitieron tarjetas de débito y crédito para estas cuentas. Los minoristas en la estafa, la mayoría de los cuales estaban en España, usaron las tarjetas de pago para financiar los montos acreditados disponibles en las tarjetas.
Para lavar los fondos robados, los transfirieron a diferentes cuentas bancarias, propiedad de miembros de la red penal ubicada en varios países de la UE. Más de 50 instituciones financieras estadounidenses se convirtieron en víctimas de estas actividades fraudulentas que perdieron más de € 12 millones.
Centro de coordinación en Europol para dirigir las actividades
Europol facilitó el intercambio de información, la coordinación operativa y brindó apoyo analítico para esta investigación de ocho meses. Durante la operación, Europol estableció un centro de coordinación en su sede con el uso de un puesto de comando virtual para permitir a los oficiales de enlace de los países involucrados, expertos en Europol y un representante de Eurojust para coordinar las actividades operativas. Europol también desplegó un analista en Grecia para proporcionar apoyo analítico en tiempo real a los investigadores sobre el terreno.
El Grupo de trabajo de acción del delito cibernético conjunto (J-CAT) en Europol apoyó la operación. Este equipo operativo permanente consta de oficiales de enlace cibernético de diferentes países que trabajan desde la misma oficina en investigaciones de delitos cibernéticos de alto perfil.